Apple ha fracasado en la conquista del salón. Por ahora. Pero no ha sido la única. De hecho, ninguna empresa puede presumir de haber ganado esa batalla, de la que ya he hablado más de una vez en Incognitosis. Ni las consolas, ni los PCs de salón, ni los discos duros multimedia, ni Google TV. Nadie ha logrado hacer lo que han hecho el iPod en el mundo de los reproductores portátiles de música, el iPhone en smartphones -aunque la cosa haya cambiado mucho- o el iPad en los tablets.
Pero eso podría cambiar según los rumores de los que habla Jean-Louis Gassée, que como buen gurú tecnológico tiene su propia página en la Wikipedia, y por derecho propio: fue el creador de BeOS, un malogrado sistema operativo que tenía un pintón brutal y que se ha quedado en juguete para curiosos, más o menos igual que Haiku, el proyecto que trata de resucitar su memoria.
Gassée afirma que ‘ la idea [de una tele fabricada por Apple] es excitante, y tan obvia que tiene que hacerse realidad‘ . Ciertamente no es descabellado pensar en las posibilidades. Apple mantiene contactos privilegiados con fabricantes, y puede que de lograr un acuerdo con Samsung les diera a ambos una opción importante para hacerse con un mercado increible. Apple tiene los mimbres: iOS podría ser la guinda de esos televisores que podrían por fin lograr conquistar a los usuarios.
Yo lo veo bastante claro. La televisión del futuro no será una televisión. Será un ordenador integrado en esas pantallas de 32, 37, 42 o 50 pulgadas. Y ahí debería estar Apple, desde luego. Así que iros preparando. O lo que es lo mismo: ahorrá.