Ayer hablaba de ese poder que tiene Internet de transformarlo todo y de traspasar fronteras que hasta ahora nadie (o casi nadie) había podido traspasar. Este medio de control anárquico y desmesurado en todas sus dimensiones ha logrado eclipsar a otros medios en ciertos apartados, pero es evidente que en ciertos apartados sigue detrás de otros medios de comunicación.
El ejemplo claro lo tenemos en la televisión. La vieja caja tonta sigue queriendo mantener su papel original (o sea, quiere seguir siendo tonta), y a eso han ayudado las productoras y emisoras de televisión, que siguen negándose a esa revolución que ofrece Internet a la hora de ofrecer contenidos más interactivos. Propuestas como las de Google TV son a mi modo de ver el futuro de la televisión, y precisamente esa reticencia al cambio ha hecho que el invento esté por ahora algo capado en Estados Unidos, donde varias cadenas se han negado a ofrecer su programación a través de la solución de Google.
Aún así, en Estados Unidos hay cierto respeto a Internet, mientras que en España seguimos encontrándonos con que en muchos casos las referencias a Internet que se hacen en televisión son anecdóticas, y siempre tratando de restar relevancia a la fuente. Por ejemplo, publican las URLs de forma casi imperceptible o durante muy poco tiempo, y casi siempre de forma incompleta. Si han visto algo en Twitter, solo ponen Twitter.com, y si lo han hecho en YouTube simplemente ponen YouTube.com. Ahí se las apañe el telespectador si quiere profundizar en el enlace.
De hecho, estamos en 2010 y apenas hay cobertura televisiva de este fenómeno mediático y del conocimiento humano llamado Internet. ¿Por qué?
La única referencia decente que tenemos actualmente -al menos que yo conozca, comentad si hay más alternativas- es Cámara Abierta 2.0, el programa de La 2 de RTVE que ofrece -lo admito- una buena oportunidad de conocer algunos proyectos -sobre todo españoles-, blogs, o servicios que aprovechan la potencia de Internet para transformar nuestra sociedad. Cámara Abierta 2.0 es, como suele decirse, un oasis en medio del desierto, y afortunadamente podéis acceder a sus ‘ episodios’ desde su página web oficial.
Sin embargo, no hay más: a pesar de la relevancia social que Internet tiene como medio de comunicación, no hay una cobertura televisiva de noticias de ese mundillo -salvo en el caso de las más importantes a nivel mundial, como cuando Microsoft realizó la oferta por Yahoo!- y aunque poco a poco se va hablando de algunas novedades y noticias del mundo de la tecnología, esa cobertura es mínima.
Las razones para esa limitada (por no decir inexistente) cobertura de Internet en la tele son varias, aunque yo destacaría un par.
Las cadenas televisivas temen a Internet
Supongo que algunos directivos de la vieja escuela siguen teniendo mentalidad conservadora y ven a Internet como una amenaza y no como una herramienta. Muchas -o todas, diría- han tratado de corregir esa carencia ofreciendo portales en Internet con una buena oferta de contenidos de sus respectivas programaciones.
Ya Hablé de Play Cuatro hace tiempo, pero en realidad RTVE es otro buen ejemplo, y el resto de cadenas generalistas tienen ya una buena cantidad de contenidos ‘ bajo demanda’ que podemos disfrutar desde el ordenador.
Sin embargo, utilizan Internet de forma endogámica: en la tele si hablan de Internet, hablan de su presencia en Internet (‘ pueden seguirnos en el canal 24 horas, en la RNE o en nuestra página web en www.rtve.es‘ … ), pero no apuntan a otros servicios. Inbound links a tope, el vicio de los medios que no quieren competencia (ese, en realidad es un vicio de todo buen blog español que se precie).
La programación es una basura
Esa es, sin duda, la principal razón de esa limitada cobertura, y también será a la larga -espero- la razón de que la televisión desaparezca tal y como la conocemos. Basta de imponernos contenidos y horarios -salvo en contadas excepciones como en eventos de todo tipo que tienen más sentido en directo-. La televisión comienza a darse cuenta de que muchos usuarios necesitan flexibilidad casi total, y la tele a la carta se va imponiendo. Eso no lo pueden ofrecer las televisiones actuales salvo de una forma: aprovechando Internet como plataforma televisiva vía streaming y gracias a la nueva oleada de las llamadas IETVs.
Y puede que eso acabe también -aunque en esto no confío demasiado, en este país hay mucho garrulo, mucho cotilla y mucho analfabestia- con esos programas de telebasura que son el pan nuestro de cada día -y cada hora- en cadenas como Telecinco. No entiendo como la ONU no prohíbe la programación (casi completa) de esa cadena. Es un atentado a la inteligencia, a la cultura y a la dignidad.
Pero ese es otro tema. Afortunadamente veo muy poquita televisión, pero si hay una tabla de salvación para su futuro, esa tabla se llama Internet.
(Imagen de cabecera: Television Addict, de javieralcalde en DeviantArt).