Esto que parece descabellado en un principio, una posible unión entre dos de las mayores empresas del mundo, es lo que ha comentado que puede suceder en un futuro David Reeves, antiguo ejecutivo de Sony, que comenta que así podría ser dentro de diez o quince años.
Este, hasta el año pasado, ejecutivo de Sony ha hecho estas visionarias declaraciones en las que se ha referido al desarrollo de consolas en el futuro, y a la posibilidad de que Sony y Microsoft trabajaran juntas. «Al estar en una first-party te das cuenta de lo caro que es desarrollar una consola. Ya sea PlayStation 3, Xbox 360 o incluso Wii… es algo que cuesta millones. Tal vez no miles de millones, pero sí millones», ha asegurado Reeves. Según el ex de Sony: «Podría llegar a ser tan caro desarrollar una consola que Microsoft y Sony decidieran trabajar juntas. Quizá dentro de 10 o 15 años».
Hablamos sin duda de mucho tiempo como para especular con lo que pueda suceder, pero lo que estaría claro, llegada esa situación, es que los que saldríamos ganado seriamos los jugadores. Se acabarían las exclusividades y las franquicias propias de cada consola y todos podríamos disfrutar de cualquier juego sin necesidad de hacer un desembolso masivo en varias consolas.
PlayStation fue la primera videoconsola de sobremesa desarrollada por Sony, creada a mediados de los años 90. Dicha consola es la pionera en el empleo del CD-ROM como soporte de almacenamiento para sus juegos, prescindiendo de los cartuchos convencionales que manejaba Nintendo y Sega, y a día de hoy, PlayStation se considera la videoconsola más exitosa de la quinta generación tanto en ventas como en popularidad.
Son muchos los años que lleva Sony en el mundo de las consolas y muchas las exclusividades que han pasado por sus manos (Good of War, Final Fantasy, Metal Gear Solid, Gran Turismo, Splinter Cell) pero no ha sido hasta la llegada de las consolas de Microsoft, cuando muchas de esas exclusividades se han tenido que repartir gracias a la economía invertida en Xbox por el señor Gates.
Según el libro Smartbomb, por Heather Chaplin y Aaron Ruby, el notable éxito de la PlayStation de Sony preocupó a Microsoft a finales de los años 90. El creciente mercado de videojuegos parecía amenazar el mercado del PC, que Microsoft ha dominado y ha sido una de sus grandes fuentes de ingresos. Además, diversificaría la línea de productos de Microsoft como una empresa del mercado de juegos de consola, que hasta ese momento se había concentrado mucho en el software. Asi fue como en Microsoft sacó al mercado Xbox en colaboración con Intel y Nvidia. La Xbox fue desarrollada para competir contra la PlayStation 2 de Sony y la Gamecube de Nintendo como parte de las videoconsolas de sexta generación.
Desde entonces muchas han sido las desarrolladoras de juegos que han sucumbido a los encantos de una u otra compañía gracias a suculentos cheques, y muchos juegos han pasado a engrosar las filas de una sola consola, esto ha hecho que incluso entre los jugadores empezara una «guerra» entre Sonyer y Xboxer, que incluso ha hecho a algunos jugadores en especial, odiar todo lo que tiene relación con su consola «enemiga».
Es difícil predecir que en un futuro se cumplan las visionarias declaraciones de David Reeves, más si cabe cuando acaban de salir al mercado Move y Kinect, y la guerra entre ambas compañías se ha intensificado. Pero no es menos cierto que la crisis, aunque en menor medida, ha hecho meya en el sector y en un futuro podría ser peor por lo que pudieran llegar a plantearse esta difícil unión.
Mientras esto no suceda, muchos tendremos que invertir el doble en juegos o consolas, o decantarnos por una en particular, perdiéndonos en uno u otro caso, juegos como Gran Turismo 5, Heavy Rain, Gears of War o Fable. Y lo mismo sucede con Kinect y Move que aun siendo diferentes en aplicación, las dos nos ofrecen practicamente lo mismo.
Así que para los que no dispongamos de una economía que nos conceda todo lo que deseamos, solo nos queda esperar que en un futuro ambas compañías se planteen si no les sería más rentable compartir mercado y ganancias y darnos la oportunidad de disfrutar de cualquier juego sin importar que compañía que lo desarrolle.